Y DALE CON LA PALABRA " DERROCAMIENTO "..... O ESTE TÍO ES TONTO O NO SE ENTERA.... QUE TENDRÁ METIDO EN LA MOLLERA!
.... Sánchez ha utilizado el mismo verbo por tercera vez en muy poco tiempo, dice que quieren " derrocarle ", lo que según todas las acepciones de la Real Academia tiene siempre connotaciones violentas, la etimología es bien sencilla: se derroca a aquel que se arroja desde lo alto de una roca; en política esta expresíón se utiliza cuando se emplea la fuerza para cambiar un régimen mediante un golpe de estado o un levantamiento popular, y si el arrojado de la roca, o del trono es un dictador o un tirano, el derrocamiento ha sido considerado legítimo desde Juan de Mariana y Francisco de Vitoria. Pero ese nunca puede ser el caso de una democracia, porque hay cauces legales para cambiar el gobierno, por eso nadie dice que Felipe Gonzalez fuera " derrocado " por la victoria de Aznar, o que Mariano Rajoy fuera " derrocado " por la moción de censura del propio Sánchez. España es un país parlamentario en el que deciden los votos y solo partidos minoritarios, curiosamente socios de Sánchez, o sea, Podemos, Esquerra, Bildu, han justificado en un momento u otro, el recurso a la violencia en la política. No es de recibo que Sánchez utilice ese verbo que en si mismo es un tanto paranoico: quieren derrocarme! cuando su partido hace tres meses fue laminado en las urnas en Andalucía, y menos aún, que al hacerse la víctima de unos imaginarios poderes ocultos, se arrogue la defensa de la mayoría social. Acaso en Galicia, Madrid, Castilla-León o en Andalucía no se ha manifestado libremente la mayoría social? El disparate llega al " sumum " cuando a Sanchez se le advierte que lo de intentar subvertir una decisión democrática es una acusación muy grave, y entonces Sánchez va y pone como ejemplos, además del bloqueo del Poder Judicial, la oposición del PP al impuesto a la energéticas. Equivocadas o no, son posiciones tan legítimas como las suyas votando a favor. Causa pudor tener que subrayar esta obviedad.... a Sanchez nadie pretende derrocarle, pero muchos quieren derrotarle, y ven el el PP al instrumento democrático para ello. El resultado de Andalucía dejó a Sanchez descompuesto, sobre todo porque ya no puede agitar el espantapájaros de VOX. Es una lástima que alguien que acaba de acumular gran prestigio en la política exterior, recurra a la " coleta " de la demagogia en la política interior, como si su palacio estuviera en aquel municipio de Orejilla del Sordete que popularizó Doña Rogelia.
Salga de la Moncloa y hable con la gente Sr. Presidente.... pero no con la gente que se le preparó el otro día afiliados a su partido e incluso asalariados del mismo y a sabiendas de las preguntas que se le iban hacer, porque fue tan burdo el montaje que a usted mismo se le veía leer las respuestas que se le habían preparado sobre las preguntas practicadas. El otro día en Pino Montano (Sevilla) fue recibido y saludado por gente que pasaba por allí al azar.... diga usted que sucedió!
Saludos... feliz tarde.
.... Sánchez ha utilizado el mismo verbo por tercera vez en muy poco tiempo, dice que quieren " derrocarle ", lo que según todas las acepciones de la Real Academia tiene siempre connotaciones violentas, la etimología es bien sencilla: se derroca a aquel que se arroja desde lo alto de una roca; en política esta expresíón se utiliza cuando se emplea la fuerza para cambiar un régimen mediante un golpe de estado o un levantamiento popular, y si el arrojado de la roca, o del trono es un dictador o un tirano, el derrocamiento ha sido considerado legítimo desde Juan de Mariana y Francisco de Vitoria. Pero ese nunca puede ser el caso de una democracia, porque hay cauces legales para cambiar el gobierno, por eso nadie dice que Felipe Gonzalez fuera " derrocado " por la victoria de Aznar, o que Mariano Rajoy fuera " derrocado " por la moción de censura del propio Sánchez. España es un país parlamentario en el que deciden los votos y solo partidos minoritarios, curiosamente socios de Sánchez, o sea, Podemos, Esquerra, Bildu, han justificado en un momento u otro, el recurso a la violencia en la política. No es de recibo que Sánchez utilice ese verbo que en si mismo es un tanto paranoico: quieren derrocarme! cuando su partido hace tres meses fue laminado en las urnas en Andalucía, y menos aún, que al hacerse la víctima de unos imaginarios poderes ocultos, se arrogue la defensa de la mayoría social. Acaso en Galicia, Madrid, Castilla-León o en Andalucía no se ha manifestado libremente la mayoría social? El disparate llega al " sumum " cuando a Sanchez se le advierte que lo de intentar subvertir una decisión democrática es una acusación muy grave, y entonces Sánchez va y pone como ejemplos, además del bloqueo del Poder Judicial, la oposición del PP al impuesto a la energéticas. Equivocadas o no, son posiciones tan legítimas como las suyas votando a favor. Causa pudor tener que subrayar esta obviedad.... a Sanchez nadie pretende derrocarle, pero muchos quieren derrotarle, y ven el el PP al instrumento democrático para ello. El resultado de Andalucía dejó a Sanchez descompuesto, sobre todo porque ya no puede agitar el espantapájaros de VOX. Es una lástima que alguien que acaba de acumular gran prestigio en la política exterior, recurra a la " coleta " de la demagogia en la política interior, como si su palacio estuviera en aquel municipio de Orejilla del Sordete que popularizó Doña Rogelia.
Salga de la Moncloa y hable con la gente Sr. Presidente.... pero no con la gente que se le preparó el otro día afiliados a su partido e incluso asalariados del mismo y a sabiendas de las preguntas que se le iban hacer, porque fue tan burdo el montaje que a usted mismo se le veía leer las respuestas que se le habían preparado sobre las preguntas practicadas. El otro día en Pino Montano (Sevilla) fue recibido y saludado por gente que pasaba por allí al azar.... diga usted que sucedió!
Saludos... feliz tarde.