ROMACE DEL COBARDE FELÓN.
Por las calles de Paiporta.
Por delante de su Rey
caminaba aquel felón.
Riendo como una hiena
y ufano de su valor.
Mas el pueblo enfurecido,
harto de su chulería,
Atacó la comitiva
con lo que a mano tenía:
palos, lodo y porquería.
Ante esta situación
demostró su cobardía.
Salió huyendo del lugar
con cara desencajada
cual rata despavorida.
Como un caballero traidor
dejó a su Rey abandonado.
Y se cambió de pantalones:
¡En ellos se había cagado!
Lo siento Antístenes... es lo que tenéis. Si no te gusta... no te lo comas y evitas la indigestión!
Tengamos todos, todas y todes... una feliz jornada!
Por las calles de Paiporta.
Por delante de su Rey
caminaba aquel felón.
Riendo como una hiena
y ufano de su valor.
Mas el pueblo enfurecido,
harto de su chulería,
Atacó la comitiva
con lo que a mano tenía:
palos, lodo y porquería.
Ante esta situación
demostró su cobardía.
Salió huyendo del lugar
con cara desencajada
cual rata despavorida.
Como un caballero traidor
dejó a su Rey abandonado.
Y se cambió de pantalones:
¡En ellos se había cagado!
Lo siento Antístenes... es lo que tenéis. Si no te gusta... no te lo comas y evitas la indigestión!
Tengamos todos, todas y todes... una feliz jornada!