Antes cuando veía por televisión los ataques furibundos de Irene Montero, de Ione Belarra, de Yolanda Díaz, de la PAM, de la Loreto Morenilla, de la Colau y de tanta y tanta progresía feminista que gritaban desencajadas consignas y lemas sobre y contra los hombres... de verdad que yo pensaba ¿con que clase de hombres se relacionarán estas tipas? Pues mirad por donde la ocasión y el tiempo nos ha dado la respuesta.... y ahí es ná lo que nos estamos enterando del tiparraco, y dicen que todavía hay mas... mucho mas! Y estos y estas miserables son quienes quieren educar sexualmente a nuestros hijos y nietos! Que sinverguenzas lo que tenían callado... y tapado!
¿Os deseo feliz fin de semana? Quizá sea mejor callarse...
¿Os deseo feliz fin de semana? Quizá sea mejor callarse...
Buenas noches señor dela Rosa. Casi, tiene usted razón. Hace mas ruido y estruendo una casa cuando se derrumba, que cuarenta cuando se levantan. En estadística, cuanto más hay, el calculo de posibilidades es mayor, y el presunto delincuente, es de izquierdas y mas o menos favorecido, pero de eso a TIPARRACO hay un abismo. El presunto delincuente, aún ha de ser interrogado, juzgado y si ha lugar condenado. (Recuerdo aquello de: hojas del árbol caído, juguetes del viento son) a usted, de momento le sirve para desahogarse, lo debe necesitar, es lógico, no pasan cosas de estas cada día para poder hacer una critica en toda regla. Hace bien, aprovéchese.
No se extrañe de que estos que usted llama "miserables" según la RAE Ruin, canalla, o extremadamente tacaño, úsese también como sustantivo, pueden tratar de que nuestros hijos y nietos tengan una información sexual mejor que la que nosotros tuvimos. Si ibas a mear y tela sacudías tres veces, te acusaban de hacerte una paja, el clero negó cualquier cosa que tuviese que ver con el sexo, mientras ellos han sido violadores de infantes e infantas sin misericordia y por culpa del Concordato de 1957, nadie les puede meter mano ni juzgarlos, y esos si que son violadores, pederastas, pero se escudan en el concordato para ser juzgados por la ley eclesiástica. Que diría usted de esto ultimo que le expongo.
Lo ocurrido con este exdiputado, es indigno de un político que ha predicado lo contrario. En eso estoy de acuerdo con usted.
Buenas noches, alicuneros.
No se extrañe de que estos que usted llama "miserables" según la RAE Ruin, canalla, o extremadamente tacaño, úsese también como sustantivo, pueden tratar de que nuestros hijos y nietos tengan una información sexual mejor que la que nosotros tuvimos. Si ibas a mear y tela sacudías tres veces, te acusaban de hacerte una paja, el clero negó cualquier cosa que tuviese que ver con el sexo, mientras ellos han sido violadores de infantes e infantas sin misericordia y por culpa del Concordato de 1957, nadie les puede meter mano ni juzgarlos, y esos si que son violadores, pederastas, pero se escudan en el concordato para ser juzgados por la ley eclesiástica. Que diría usted de esto ultimo que le expongo.
Lo ocurrido con este exdiputado, es indigno de un político que ha predicado lo contrario. En eso estoy de acuerdo con usted.
Buenas noches, alicuneros.
FELIZ AÑO 2025 ALICUNEROS
Doce uvas, doce campanadas y muchos propósitos.
El salto metafísico entre las 23,59 h de un día y las 00,01 h del siguiente. Como si esas uvas, esos propósitos fueran a cambiarnos realmente la vida.
Los propósitos se han cumplido y la alegría de la Nochevieja que nos hace cambiar de vida por el único hecho de que la fecha de nuestro calendario camba de digito.
La realidad es que nos encanta celebrar cosas y eso está bien.
Cualquier excusa me parece correcta para celebrarla. De hecho, la propia celebración me parece más reseñable que cualquier motivo en la mayoría de los casos.
A mi me gusta la Nochevieja por la celebración en sí. Reunirse con gente a la que quieres u odias a comer y beber siempre es agradable.
En la película "ENTRE COPAS", el profesor de literatura y escritor en ciernes un tanto fracasado, además de experto en vinos, tiene una botella de lujo que guarda para una gran ocasión. Una gran ocasión que nunca llega.
El hecho delo que se celebra —esa ocasión especial para tomar el vino—, en este caso "año nuevo-vida nueva.
El hecho en si de lo que se celebra —esa ocasión especial para tomar el vino— en este caso «año nuevo-vida nueva», es, objetivamente, una tontería. Y aunque se cambie de año siempre serás el mismo tipo, con los mismos problemas y las mismas ganas de afrontarlos.
Lo más salvable de estas celebraciones, además de abrir la botella de vino de una puta vez sin necesidad de buscar una excusa cuando el vino en sí es la excusa, es
el tema de los propósitos.
Porque no se van a cumplir nada más terminar las uvas, o quizás, no se cumplan nunca, pero ponerse objetivos es una de las cosas más sanas a nivel mental que puede hacer una persona.
Porque además denota tensión y ambición; dos cosas necesarias en todo ser humano que quiera prosperar.
La ambición es la gasolina para mover cualquier cacharro por viejo que sea.
Y ponerse metas de un año a otro siempre es positivo.
Dejar de fumar, hacer deporte, ver más a mis hijos, invertir en bolsa, comer menos, comer más, ser menos calvo, beber más vino del bueno, ser más amable, ser más borde, poder verme los zapatos, escribir un libro...
Con mis mejores deseos para todos los paisanos.
Doce uvas, doce campanadas y muchos propósitos.
El salto metafísico entre las 23,59 h de un día y las 00,01 h del siguiente. Como si esas uvas, esos propósitos fueran a cambiarnos realmente la vida.
Los propósitos se han cumplido y la alegría de la Nochevieja que nos hace cambiar de vida por el único hecho de que la fecha de nuestro calendario camba de digito.
La realidad es que nos encanta celebrar cosas y eso está bien.
Cualquier excusa me parece correcta para celebrarla. De hecho, la propia celebración me parece más reseñable que cualquier motivo en la mayoría de los casos.
A mi me gusta la Nochevieja por la celebración en sí. Reunirse con gente a la que quieres u odias a comer y beber siempre es agradable.
En la película "ENTRE COPAS", el profesor de literatura y escritor en ciernes un tanto fracasado, además de experto en vinos, tiene una botella de lujo que guarda para una gran ocasión. Una gran ocasión que nunca llega.
El hecho delo que se celebra —esa ocasión especial para tomar el vino—, en este caso "año nuevo-vida nueva.
El hecho en si de lo que se celebra —esa ocasión especial para tomar el vino— en este caso «año nuevo-vida nueva», es, objetivamente, una tontería. Y aunque se cambie de año siempre serás el mismo tipo, con los mismos problemas y las mismas ganas de afrontarlos.
Lo más salvable de estas celebraciones, además de abrir la botella de vino de una puta vez sin necesidad de buscar una excusa cuando el vino en sí es la excusa, es
el tema de los propósitos.
Porque no se van a cumplir nada más terminar las uvas, o quizás, no se cumplan nunca, pero ponerse objetivos es una de las cosas más sanas a nivel mental que puede hacer una persona.
Porque además denota tensión y ambición; dos cosas necesarias en todo ser humano que quiera prosperar.
La ambición es la gasolina para mover cualquier cacharro por viejo que sea.
Y ponerse metas de un año a otro siempre es positivo.
Dejar de fumar, hacer deporte, ver más a mis hijos, invertir en bolsa, comer menos, comer más, ser menos calvo, beber más vino del bueno, ser más amable, ser más borde, poder verme los zapatos, escribir un libro...
Con mis mejores deseos para todos los paisanos.