Recuerdo cuando era niño y nos ibamos a jugar al molino, nos metíamos en la orujera, nos escondíamos por los atrojes. Me alegro que alguién siga manteniendo la actividad del molino en el pueblo, aunque me imagino que ya no será lo mismo, será todo mucho más moderno. Espero poder volver algún día por allí aún a pesar de que ya no me quede ningún arraigo en el pueblo. Un saludo desde Francia para todos los que aún vivís en Almegíjar.