Dos ancianos añoraban casarse, así que se dirigieron al cura más
cercano. Cuando llegaron el cura les preguntó, " ¿en qué les puedo
ayudar?"
El anciano le responde: " ¡Deseamos casarnos!"
Comienzan una pequeña charla, ya que el cura no los quiere casar,
debido a que por su avanzada edad si sostenían relaciones
continuamente uno de los dos podía morir. Al final llegan a un arreglo
y deciden que únicamente pueden hacer el amor cada quince días.
Durante un largo tiempo los ancianos cumplen con este requisito,
cuando en una noche
la anciana se dirige muy cautelosamente hacia la habitación del
anciano. Cuando el anciano se da cuenta de la presencia de su esposa
le dice:
"MIJA, acuérdese del compromiso que hicimos con el cura de solamente
hacer el amor cada quince días, y recuerde que apenas ayer fue el
día."
Y la venerable anciana le contesta:
" ¡MIJO, ES QUE YO VENGO A VER SI ME ADELANTA UNA QUINCENITA!"
cercano. Cuando llegaron el cura les preguntó, " ¿en qué les puedo
ayudar?"
El anciano le responde: " ¡Deseamos casarnos!"
Comienzan una pequeña charla, ya que el cura no los quiere casar,
debido a que por su avanzada edad si sostenían relaciones
continuamente uno de los dos podía morir. Al final llegan a un arreglo
y deciden que únicamente pueden hacer el amor cada quince días.
Durante un largo tiempo los ancianos cumplen con este requisito,
cuando en una noche
la anciana se dirige muy cautelosamente hacia la habitación del
anciano. Cuando el anciano se da cuenta de la presencia de su esposa
le dice:
"MIJA, acuérdese del compromiso que hicimos con el cura de solamente
hacer el amor cada quince días, y recuerde que apenas ayer fue el
día."
Y la venerable anciana le contesta:
" ¡MIJO, ES QUE YO VENGO A VER SI ME ADELANTA UNA QUINCENITA!"