Caminando por el campo, un alomarteño se encontró un objeto que le resultó extraño, por lo que comenzó a quitarle el barro y demás suciedad que tenia incrustado, mientras lo limpiaba, pensó que, bien pudiera ser una lámpara de Aladino por la similitud que presentaba aquel extraño objeto, y cuál fue su sorpresa, cuando del interior del mismo salió “Aladino”.
El alomarteño, le preguntó, ¿me concederás TRES deseos? ¡NO! Le contestó este, yo soy el Aladino catalán y solamente concedo uno y que no...