En cierta ocasión, en un encuentro con un viejo amigo mío, tras los saludos pertinentes y preguntarle por cómo le iba la vida, éste me contestó lacónicamente: Amigo mío, estoy ya en tiempos de resumir.
Nuestra conversación se desvió luego por otros derroteros y terminó por recordar aquella época en la que él, mucho mayor que el resto del grupo, aseguraba haberse rejuvenecido con nuestras travesuras e ilusiones de entonces.
Algunos años después me vino a la memoria aquella contestación suya ... (ver texto completo)
Nuestra conversación se desvió luego por otros derroteros y terminó por recordar aquella época en la que él, mucho mayor que el resto del grupo, aseguraba haberse rejuvenecido con nuestras travesuras e ilusiones de entonces.
Algunos años después me vino a la memoria aquella contestación suya ... (ver texto completo)