Cada vez que te esfuerzas por ser feliz, por sonreir, a pesar de las adversidades. Cada vez que afradeces los dones que la vida se encarga de poner todos los días, especialmente, para ti. ada vez que te comes "tu orgullo" con patatas" y perdonas de corazón. Cada vez que te escuchas a ti mismo, a tus hermanos, poniendo "en cuarentena" a tu lengua. Cada vez que vas por la vida como un "perro de presa" oliendo todo, buscando todo, interesándote y asombrándote de todo. Cada vez que "visites tu corazón ... (ver texto completo)