Queridos paisanos, justo hace cincuenta años que marché de mi pueblo, tenia solo 17, me afinqué en la provincia de Barcelona, donde aprendí que para conseguir forjarte un futuro había que luchar duro, ello me animó a compatibilizar el trabajo con los estudios hasta que los pude terminar y como consecuencia conseguí un buen puesto de trabajo. Aquí me fundí con esta cultura, me casé, tengo mi familia, dos hijos y tres maravillosos nietos, además de un grupo de muy buenos amigos. Hace siete años que me jubilé y dedico mi tiempo, entre otras cosas, a los nietos y al deporte, pero desde hace un tiempo tengo morriña de la época de mi niñez; con cierta frecuencia visito mi pueblo y ha cambiado tanto, que se parece muy poco al de mi infancia, además intento contactar con los amigos de entonces y no lo consigo, me gustaría mucho saber que ha sido de ellos: Manolo Rivas, Pepe Puente, Rafael Fernández Santisteban, Paco Jiménez León, Manolo Campos García, entre otros. Agradecería recibir noticias de ellos.
¡Un fuerte abrazo a mis paisanos ¡
¡Un fuerte abrazo a mis paisanos ¡
Guillermo, yo soy nacido en Deifontes, peri viví en Pinos Puente de los tres a a los diecinueve años.
Emigré a Barcelona en el 62 donde he trabajado criado y educado a mis cuatro hijos. Hemos trabajado muy duro y el mejor resultado han sido ellos, porque como tu sabes, aquí, no regalan nada; hay que arrancarlo con mucho esfuerzo y sudor. Pero si entro aqui, no siendo de Atarfe (pueblo que conozco puesto que toda la familia de mi padre vive en Albolote) es porque yo también me creí integrado en esta cultura. De hecho, creo más que integrado, he ganado -y mucho-culturalmente y ahora soy más ilustrado y universal. Sin embargo me pasa lo mismo que a ti. Muchas veces sufrí por temporadas el "sindrome del emigrante", pero se acrecentó al jubilarme. Como mi esposa tambien es del Sur, tenemos la sensación de que una vez jubilados ha terminado aquí nuestro trabajo, que es la razón que nos trajo, y nos sentímos ahora des-ubicados. Visitamos el sur muchas veces, y aunque a Pinos no deseo volver porque no es un lugar de muy bueno recuerdos, si soñamos el imposible de que iriamos a cualquier otro lugar de Granada o Malaga. De manera que ahora somos de todas partes y de ninguna... esta es la tragedia del emigrante. Un saludo desde Barcelona de un paisano tuyo
Emigré a Barcelona en el 62 donde he trabajado criado y educado a mis cuatro hijos. Hemos trabajado muy duro y el mejor resultado han sido ellos, porque como tu sabes, aquí, no regalan nada; hay que arrancarlo con mucho esfuerzo y sudor. Pero si entro aqui, no siendo de Atarfe (pueblo que conozco puesto que toda la familia de mi padre vive en Albolote) es porque yo también me creí integrado en esta cultura. De hecho, creo más que integrado, he ganado -y mucho-culturalmente y ahora soy más ilustrado y universal. Sin embargo me pasa lo mismo que a ti. Muchas veces sufrí por temporadas el "sindrome del emigrante", pero se acrecentó al jubilarme. Como mi esposa tambien es del Sur, tenemos la sensación de que una vez jubilados ha terminado aquí nuestro trabajo, que es la razón que nos trajo, y nos sentímos ahora des-ubicados. Visitamos el sur muchas veces, y aunque a Pinos no deseo volver porque no es un lugar de muy bueno recuerdos, si soñamos el imposible de que iriamos a cualquier otro lugar de Granada o Malaga. De manera que ahora somos de todas partes y de ninguna... esta es la tragedia del emigrante. Un saludo desde Barcelona de un paisano tuyo