Le poniamos más pundonor, ahora mucho
campo, mucho nombre y pocos hombres, más bien son mariposillas, se miran más al
espejo, son de cristal, los trmpazos que nos hemos dado jugando al
fútbol, bien en
la era de Victoriano o en la que habia detrás de mi
casa la
estación, en este se jugaba ahora por el 15
San Isidro, aquellos partidos
Baúl-
Gor, la primera mujer arbitro fuí, todo un acontecimiento, corria más que los zanguangos, una tan menuda ellos ya talludos
Os quejais del campo, Bendito el campo
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