El río y con el río el puente de hierro. Un lugar maravilloso para quienes somos más de pueblo que de ciudad. Lo que allí aprendí, fue tanto, lo más hermoso mi Mat, el SER que llenó mi vida de dicha. Hoy allá donde esté es mi perpetua ayuda (Hubo penas, pero no por nosotros, mejor para estás gentes el olvido) así me lo decía ÉL. Tengo la mejor amiga, pero no puedo hablar con ella, por el maridito. Hay tontos que son divinos, su ternura no tiene igual, pero este ni fu ni fa. Ahora que está enferma...