La de veces que habremos tendo la ropa al sol para quitarle alguna mancha y que quedara más blanca que aquel detergente llamado HOMO, redondos, donde despues echaron mis hijos sus primeros juguetes.
Dicen que todos los santos tienen octava, así, amigo Antonio, le envio mis más siceras gracias. La felicidad, no tiene fecha fija, este calor, está lluvia, este sin sentido cambio de hora, es una subida sin poner los pies, al monticulo del Romeral, el que hay tras de la balsa. Suponiendo que siga existiendo, me refiero a la balsa y aquél nacimiento con tan rica y fresquita agua. Un afectuoso saludo. de quien quiere dormir y el dolor al que le hago fente, aquí me tiene haciendo de serena de Palma (Soy así) Los serenos desaparecierón, servidora genio y figura hasta la sepultura... Lagarto, lagarto, estamos en los santos... La casa más fija que tenemos, un adosado que no hubiese querer comprado, si al menos lo hubiera estrenado yo... injusta es la vida, ayer y hoy, están siendo uno de esos días, en los que te sigues preguntando, una y otra vez, Por qué él. Solo sé que hemos estado un rato, poniendole nuestras flores de pasión, claveles rojos. Le AMO TANTO. En fin, soy su mujer, nada en el mundo, me hubiera hecho feliz sin haberle conocido a él. De nuevo saludos para los escribidores bauleños, amigo Antonio.