Hola Teresa:
¿Cómo no me iba a acordar de ti? En cierto modo tú eras en
Baúl nuestra jefa de
juegos. Yo seguí manteniendo contacto con tu padre hasta poco antes de su muerte, pues nos veíamos en Guadix a menudo. Recuerdo sus grandes caminatas a pesar de la pierna que no le funcionaba mucho; toda la gente en Guadix alucinaba con los grandes
paseos de tu padre y decían "que cojones tiene el tío que casi lleva la pierna arrastrando y no hay día que no se dé un palizón de andar".
Con tu hermano Miguel
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