Lo que primero fue el Baza, para pasar a continuación llamar correo, termino siendo El catalán. Triste despedida, una despedida que se pudo atajar, pero amigos míos, os instalamos en la adversidad, nos quejamos puertas adentro, no siendo capaces de luchar con la palabra, por lo nuestro, era la vida de todos los pueblos, desde Granada hasta Murcia, Valencia, Tarragona, terminando en Barcelona. La de amores que han surgido, las amistades, el intercambio de libros, por ejemplo intercambiaba libros con un maquinista valenciano, de la edad de mi padre, me leí toda la obra de Blasco Ibáñez, excepto la Araña Negra que ya la compró mi hermano Miguel, (rectifico) fue un regalo de su entonces novia, hoy su mujer, por San Miguel, dos buenos tochos, que como siempre disfruté. Me gusta el tren, aunque no hubiera sido, biznieta, nieta e hija de Ferroviarios. Baúl, estaba libre de polución, lo más que contaminaba, La churra meona de José Molina (Yiyias) ¡Que grande era su simpatía! Le llegabas a querer como algo nuestro. Buenas, tardes-noches, de calor por estos lares. Abrazos. T