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BAUL: La de gentes que habrá en sus casas, al calor de la...

La de gentes que habrá en sus casas, al calor de la lumbre, la noche es larga, la tele que mona apagada, leyendo, conversando, y porqué no saludar a personas que aman a ese pueblecito. Me temo que no lo conseguiré, cuando además, escribir es un extraordinario ejercicio. Como voluntad y amor no me faltan, me asomo casi siempre que enciendo el ordenador, por lo mucho que amo a ese al que considero nuestro pueblo, miro los mensajes.... Para después pasar a ver aquellos, campos, nuestra casa, que de tocarme una buena Primitiva, la compraría, la pondría como nos gustaba a los dos, habitaciones tenemos para nuestra gran biblioteca, una casa practica, cómoda, donde pasar los veranos, tendría, gentes de ahí a la que solucionara la vida, nos ayudaríamos mutuamente, y hasta es posible, que allí nos enterraremos los dos, fue nuestro particular paraíso, con muchos sufrimientos, que desaparecían enseguida que juntos estábamos, con esta nuestra casa, donde pasamos los 12 años más maravillosos, si me la pudiera llevar, en cada rincón de ella él está, luchamos hasta conseguir estar juntos, teníamos que haberlo hecho muchos años antes, hoy estaríamos juntos físicamente, no hubiéramos cruzado el charco, un charco donde vivimos la felicidad en nuestra particular república, nuestra casa. Si, de algo me arrepiento y me digo cobarde a cada instante, es el no habernos juntado, cuando hubiera tenido avanzados mis catorce años. Mis abuelos vivían, con ellos nos hubiéramos ido, maestro y alumno, cada mañana hubieran salido juntos, trabajando al unísono, aprendiendo practicando, para por la tarde haberle dado un repaso a la teórica, hubiese trabajado tras el examen, en la misma oficina, hasta haber llegado hasta donde hoy ya es nuestro hijo, jefe de negociado, sin pararse a mirar, estudiar era su meta, meta que estaba consiguiendo, cada vez que miro la de titulaciones que ya tenia aprobadas, sus títulos, cobarde, cobarde, cobarde, Teresa. Me tiene que parar, me abraza, me reconcilia pensar, que por mucho que viva, pronto juntos en la eternidad. ¡Hermoso amar y ser amado! Lo más GRANDE de este mundo, que las gentes se amarguen la vida, pensando en el adosado, con lo bien que se vive teniendo un humilde techo, donde vivir el AMOR MÁS GRANDE, el nuestro, por ejemplo. Abrazos, y menudo invierno, recuerdo aquellos, donde no había frio que me acobardara, aquí esta lloviendo, para a continuación, llegar el fuerte viento, pero ni por esas el frio me cala, solo aumentan los dolores de mi destrozada espalda. Os Abraza. Teresa-Mat