Pleguezuelos, en Baúl había estaba casado con una hija del tocinero, nos proveía de pilas grandes para la radio, tenia un apodo, el cual no voy a descubrir. Lo que si solía es hacerle la caricatura, observadora y además muy joven, observadora lo sigo siendo, conservo algo de mi gran buen humor, solo para los momentos de desesperación, nos reímos los dos, recordando lo que fuimos y, lo que aunque a alguien le pese, siempre juntos, siempre hablando, escuchando la música del que es un gran entendido, según el animo así, ponemos el Cd. Saludos paisanos. Abrazos. Teresa