La estación era un lugar dónde cuando llegaban los trenes de pasajeros. Entre los que se iban de viaje, más las gentes del lugar tenía un atractivo. Cuantas habrán sido las ocasiones, que esperábamos al cartero (Servidora, cada día echaba una y recibía. Claro que yo en la misma durante doce hermosos años de mi vida, los viví allí. Primero encontrarnos él y yo. Después tanto aprendizaje, el campo tiene pocos secretos para servidora; desde segar, plantar, Trillar, subir a la montaña sin zapatos adecuados, salí ilesa, montar a caballo, en bicicleta, moto, coche. Como lo he dicho en otras ocasiones, tenía mi propio huerto, y también gallinas, pollos, conejos y los pavos que tan pavos son, regar, buscar hierba en la burra más loca que servidora, la única que la montó. Sin duda lo más grande que nos sucedió, encontrarnos y vivir un gran amor, amor que es eterno. Tener amigas, como Loli Molina López (Cuanto me acuerdo de ella) le prohíbe casi respirar. Con lo que ella era. Te recuerdo cada día. Abrazos. Bauleños. Teresa