ERA UNA VEZ UN PERRO LLAMADO BOSQUE: Siendo muy pequeño, íbamos por encima del
huerto del Cura, en una torca, bastante superficial, otro niño y yo, nos encontramos unos cachorros de una raza vulgar, con ilusión, los cogimos, uno era canela alazano, el otro con lunares blancos, en
casa no les querían, pero nosotros con ese instinto a proteger, que inspira a todo niño, en un almiar de paja, que había en
la era, le hicimos un
refugio, entre las gavillas de paja de rastrojo, los animales encantados,
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