El pueblo de un hombre bueno, Don Torcuato López, siempre con una sonrisa en los labios, siempre dispuesto a escuchar. Un cura cuya tendencia (Palabra de moda) no era la de representar a Jesús ya que esas eran, y son palabras mayores, de una frivolidad. Jesús con su infinita bondad, su inteligencia si par, su humildad, necesita hombres como él. Amaba la vida, siempre cantaba, decían que ambos hablábamos de la misma manera, lo que para servidora ha sido u galardón. Junto con Don Leovigildo, han sido...