Ningún hijo siente vergüenza de su madre , menos los míos que están orgullosisimos de tener la madre que tienen.Los que no sé que pensarán, serán los tuyos ´si los tienes, porque tener un padre que solo les puede enseñar a beber vino, cerveza, o cubatas, no es como para repicar campanas.Estos si que sentirán vergüenza propia y ajena, pedazo de alcornoque.