Gratos recuerdos y olores que se quedan en la memoria me trae esta foto de mi infancia. Es el molino de los huérfanos, donde recuerdo con nostalgia que me mandaba comprar el pan mi madre, con una talega de tela y aquellos vales de diferentes colores, gastados, arrugados por el uso de las manos de la gente y con el valor de los mismos casi inapreciable. Ese calorcito acogedor que ofrecia ese molino, ya entonces viejo, donde te recibian "los músicos" y te atendian con especial cariño y algún comentario jocoso, como ellos especialmente sabian hacer.
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