ADEMáS DE FAMILIA TAMBIéN AMIGO: Era algo moreno y de estatura robusta y elevada, tenía ojos cafés, claros, redondos y brillantes. Su sonrisa cautivante, con cierto toque de bondad, algo sombrío y franco. Al anochecer, esa hora de alivio, el campesino se transforma en urbano allá por el café de Torres, su partida de cartas o de dominó ríen hasta derramar lágrimas. La luz blancuzca, apacible y uniforme calando el espeso humo del tabaco. Se retuerce en la silla de lado a lado, como si aflojaran ... (ver texto completo)