LA BARCINA: Ser
joven, ir a dormir tarde y levantarte muy temprano, mala mezcla. Serían las cuatro de la madrugada, en la cumbre del sueño, mi madre harta de dormir nos llama “es tarde para el primer viaje de barcina” con mala gana nos levantamos, despiertos, sientes la alegría de un nuevo día. Aparejamos las mulas y la
yegua, con sus jamugas y sogas correspondientes , un jersey, por el relente de la mañana, en dirección a la Crucijá, el
camino es largo, pero bonito, se aprecian las luces del alba,
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