Hace bastantes años, me encontraba en la
plaza, al lado de un corrillo de personas mayores, me llamó la atención, uno de ellos, era bastante apasionado y nada optimista, sus augurios eran, que el hambre, estaba llamando a la
puerta , porqué, no se encontraban corderos por aquella comarca. Ponía tanta vehemencia a lo que exponía, que algunas mentes sencillas, se lo creían religiosamente. Opinaba: la
ruina del
pantano, qué pasaría, sin las tierras del
río y de los cultivos que se obtenían. Pobre, la
... (ver texto completo)