Buquistar dependió de la taha de Ferreira durante los siglos XIII al XV, de dominación árabe, y con ello, aunque indirectamente, de
Granada. Estaba formado en un principio por gran cantidad de cortijos y de
caseríos diseminados por lo que hoy es su término municipal, pero todos muy habitados. Sufrió, como el resto de la comarca, la represión que siguió a la sublevación de los moriscos y tras la expulsión de éstos, al término de la guerra, tuvo que ser repoblado con colonos procedentes de otras regiones. La ordenación administrativa lo hizo depender primero del partido judicial de Albuñol y en el siglo XIX pasó al de Órgiva. Sus
minas de hierro han estado en explotación hasta una época muy reciente y de ella dependieron muchas
familias.