CALAHONDA: Es fácil pintar el paraíso, cuando puede serlo, no...

Es fácil pintar el paraíso, cuando puede serlo, no dudo que Calahonda algo tiene, pero el desarrollo está pasando factura, a quien no les duele los oídos con los ruidos de las motos a las horas de descanso, he oído dejarles algunos piropos, cuando a partir de la 12 las motos con escape libre hacen su función, molestar, y no veo a nadie que ponga remedio.
No podrá ser, parar el crecimiento urbanístico, también arroya todo el encanto del rincón bonito, tendremos que compartirlo, pero habrá menos que compartir.
Antes hasta los aficionados a la pesca encontraban su distracción hoy poco queda, está arrasado todo, y supongo que no serán las cuatro cañas.
Es un lamento, de como el desarrollo también mata, mata la paz la belleza y el descanso y esto es porque “CALAHONDA TE QUIERO”
Mi primera vez que vi el mar, fue CALAHONDA hace 50 años la llevo casi en mis genes
"J".