HUMOR:
LE DICE UN CLIENTE A UNA AZAFATA, después de una discursión, que le resulta una persona desagradable, y ella contesta:
- Sin embargo usted a mi me parece una bellísima persona, pero podemos estar los dos equivocados.
DESPUéS DE UN POLLO
MoNUMENTAL, le dice un cliente a una azafata de mostrador:
- Señorita ¡No sabe usted con quién está hablando! Se vueve la chica a su compañera y comenta:
- ¡Mira, otro ignorante que no sabe ni cómo se llama!