TORMENTA DE PASIÖno: Fue una tarde de verano. Con prohibidos encuentros, Cayendo sobre la tierra, fatuo fuego. El agua corría por su abundante cabello. La ropa se pegaba a nuestros cuerpos. ¡Apareció ella y la tomé por los brazos! Me estrujo contra su pecho, sentí su calor. El huracán mecía nuestros cuerpos. Sus manos bajaban apresuradamente sus medias de seda. Que abrazadas a mis muslos, poco a poco perdian fuerza. Bajo la lluvia que azotaba muy fuerte nuestras figuras de barro. Llovió algo en la ... (ver texto completo)