Esta es una pedanía que está formada por unas cien
casas-
cueva, en las cuales apenas habitan unas 50 personas, en unas 25
cuevas, estando el resto de las viviendas reformadas para acoger el turismo rural.
Esta pedanía pertenece al término municipal de
Zújar, si bien se encuentra a unos 70 kilómetros de distancia de este
pueblo, debido a que la construcción del
embalse Negratín cortó las antiguas
vías de unión entre los dos núcleos, que en un principio estaban comunicados por una pista rural de unos 10 km. Esto ha hecho que en varios aspectos (servicio sanitario, servicio policial, educativo, etc) la pedanía dependa del
Ayuntamiento más cercano, que es el de
Cortes de Baza.
Los orígenes de la palabra
Carramaiza se encuentran en la palabra árabe "maysa", que significa "almez" (un tipo de
árbol), según el Tratado de Toponimia Granadina de Amador Díaz García y Manuel
Barrios Aguilera.
También puede ser que signifique "tierras de pastos y bosques comunales" ya que en el Libro de Apeo del Ayuntamiento de Zújar, al hacer referencia a tierras y pastos dice: " por la parte que alinda el término de Zújar con el de Cortes hay
pinares, mucho romero, chaparros y otras fustas, hay muy poco labrado, por esto los
ganados en esta parte pueden habitar y criar. Es tierra donde se corta mucha madera de
pino para edificar casas".
Se confirma con esto la existencia de bosques y
ganadería, más aún si se atiende al Cabildo del 23 de Enero de 1777 ( el cual se encuentra, como todos los otros en los archivos del Ayuntamiento de Zújar), en el que se establece el canon que han de satisfacer para poder pastorear en la zona de Carramaiza a las arcas municipales dos ganaderos de las vecinas comarcas: Juan Moreno, de
Pozo Alcón, debe pagar 267.5 reales por 535 cabezas de lanar, y Francisco Robledillo, de Cortes de Baza, el cual debe abonar la cantidad de 300 reales opr 400 cabezas de caprino.
Pero no es hasta el año 1825 que se tiene conocimiento de que haya una
familia viviendo establemente en esa zona, concretamente en la Cueva de Carramaiza, según el padrón de la
Iglesia de Zújar, lo que confirma que en este año aún no hay un núcleo de población con cierta entidad.
En años posteriores, en 1844 (en este cabildo se trata sobre que deben nombrarse alcaldes pedanios para la villa de Carramaiza) y 1853 ( en este se trata sobre una corta de
pinos en la propiedad de Don Jerónimo de Robles, con el fin de prevenir la intromisión de futuros labradores en los terrenos públicos, cortando pinos y roturando tierras) atendiendo a archivos que se hayan en el Ayuntamiento, se comprueba que aún es tierra de pastos (
monte bajo y alto) y sin población apenas, y no es hasta el año 1865, en el que se realiza un censo general de ganadería en el distrito nº 12 (zona de Carramaiza) y donde aparecen otras viviendas diseminadas por el
campo y llano de Carramaiza, cortijadas mayormente, como son el Cortijo del Álamo, el Cerrillo Gutiérrez, Cueva del Cano, Cueva de Antequeire, Cortijo del Moreno, Cortijo del Civil, y cuevas de Carramaiza, lo que confirma que se va estableciendo un núcleo de población más o menos estable, creciendo en el último tercio del siglo XIX, según se refleja en el censo de 1887, yendo a vivirla lugar, procedentes de otras zonas ganaderos, esparteros y labradores, produciéndose, según se refleja en el censo, una importante migración hacia esa zona, posiblemente favorecido por la gran cantidad de tierras comunales que existían y existen en los alrededores de la pedanía. Una parte de esas tierras serán roturadas, unas con consentimiento del Ayuntamiento, y otras sin su conocimiento.
Este hecho de intentar roturar tierras comunales sin permiso se refleja con harta frecuencia en los archivos de la Alcaldía, como en el Cabildo de 19-X-1872, en el que se acuerda proceder al deslinde (poner linderos) de las propiedades de Don José Burrueco Masegosa con los terrenos comunales de esta villa, entre otros motivos para evitar la intromisión de aquellos labradores en terrenos públicos.
En el cabildo de 14-VI-1873 se hace referencia a la visita de dos concejales del Ayuntamiento a la cortijada de Carramaiza para inspeccionar varios terrenos comunales que tienen empanados (sembrados de trigo) aquellos labradores, con el fin de fijar las quintas-rentas que han de satisfacer en la presente cosecha a favor de los fondos públicos municipales. Se hace constar en el acta que estos labradores oponen resistencia al pago, manifestando que desconocen la mojonera (lindero) que existe o debe existir dividiendo sus propiedades de las comunales. Los concejales, además de cobrar lo que supuestamente les pertenecen advierten que dichos labradores han causado daños considerables en el monte alto, cortando además la savia de los pinos que hay en las labores. Han encontrado cuevas abiertas y recortes en el terreno para edificar más cuevas, todo ello dentro del terreno comunal.
Por todo lo cual, en el Cabildo de 9-X-1875, se nombra el primer alcalde pedanio para Carramaiza, siendo éste Don José Galera Carricondo, labrador del Cortijo del Civil, y que tenía jurisdicción en todo el distrito que comprendía la zona de Carramaiza, ya que la experiencia ha demostrado que es necesario un empleado público para salvaguardar los intereses del Ayuntamiento. Posteriormente se van nombrando otros alcaldes pedanios para la aldea, coincidiendo casi siempre con la muerte de su antecesor, como en el cabildo 26-II-1876, se nombra a Don Santiago Rodríguez García, en 1884 a Don Santiago Rodríguez García (hijo del anterior), en 1902 a Don Pedro Mirón Reche, en 1906 a Don Gaspar Carmona Rodríguez, en 1911 a Don Ramón Gutiérrez Quirado, en 1920 a Don Andrés Martínez Reche, en 1924 a Don Ramón Ruiz Carmona, etc.
En Cabildo del 23-XI-1978 se pide autorización por Don Salvador Moreno Rodríguez interesando que se le conceda licencia para fijar una majada para sus ganados y abrir una cueva que sirva de abrigo a sus pastores en la Cañada de la
Fuente del Pozo de Carramaiza, siéndole concedida.
Haciendo referencia al censo que se realizó en 1887, entre las
familias que se establecieron allí de otros núcleos urbanos más o menos próximos, podemos señalar a:
Manuel Rodríguez Soriano, labrador de Huéscar// familia de Adrián Mirón Reche (jornalero) y Ana González Martínez, con dos hijos, María y Pedro, de Oria (
Almería)// Antonio Romacho Quiles (jornalero) y Mª Dolores Mirón Reche, con una hija, Francisca, de Cúllar// Agustín González Martínez, jornalero de Oria, casado con Mª Luisa Ruiz Carmona, de zújar, con cuatro hijos, Mª Salud, Santiago, Mª Carmen, y Antonio Mª// José Mirón Reche, jornalero de Oria, casado con Francisca
Campos Navarro, de Cortes de Baza, con una hija, Encarnación// Andrés Martínez Reche, jornalero de Oria, casado con Antonia Josefa Mirón García, de Zújar, con dos hijas, Purificación y Joaquina// Mª Joaquina Reche, viuda de Oria, con dos hijos, Benito Martínez Reche y Piedad// Mª Martínez Aránega, viuda de Oria, con dos hijos, Lucas González Martínez y Mercedes// Santiago Rodríguez García, labrador de Pozo Alcón (
Jaen), casado con Isabel Segura Conde, con cinco hijos, María, Francisco, Emilio, Valentín y Adela// Jerónimo Romacho González, jornalero de Cúllar, casado con Ana Navarro y con un hijo Jose Antonio// Antonio Sánchez Fernández, labrador de Cortes, casado con Juana Galera Campos, de Orce, con tres hijos, José, Antonio Mª, Indalecio// Gabino Ginés Sereno, jornalero de Cortes// Pedro Romacho Fernández, jornalero de Cúllar, casado con Isabel Quiles Martos también de Cúllar, con una hija, Francisca// Julián Valdivieso Martínez, jornalero y Andrea Sorente Cañadas, ambos de Cúllar// Antonio Martínez Pozo, jornalero de Cúllar, casado con Mariana Navarro Ruiz, de Cortes// José Navarro Espinosa, jornalero de Serón (Almería), casado con Juana Prieto
Torres, de
Benamaurel// Francisco Romacho Fernández, jornalero de Cúllar, casado con Juana Sola Cobos, con un hijo, José Antonio// Antonio López Trujillo, jornalero, casado con María Molina Martínez, ambos de Baza, con dos hijos, Antonio y Anselmo .
En este censo constan algunos nombres más, pero los apellidos más significativos son lo que se reflejan, y los que en su mayoría aún subsisten en la pedanía.
El último Cabildo del que se tiene constancia es el de 15-XII-1932, en el que se acuerda crear una
escuela mixta en Carramaiza, la cual en la actualidad no se utiliza, por la carencia de niños en el pueblo.
Esta carencia de niños, y de población en general se ha visto motivada por los pocos servicios que existen en el pueblo (ninguno), y el mal estado de las vías de comunicación, por lo que para cualquier mínima necesidad hay que trasladarse al pueblo de al lado, ya sea para ir a
comprar productos de alimentación como para ir al servicio sanitario, además de que los trabajos que se pueden desarrollar allí son eminentemente rurales, lo que ha hecho que la población se traslade a otros núcleos urbanos próximos, los cuales ofrecen un mínimo de servicios imprescindibles, como son mayoritariamente Baza y Cortes.
Al contrario de lo que ocurrió hace 150 años, hoy la gente no busca tierras donde vivir de lo que produzcan, y el trabajo en el campo es poco atractivo para la
juventud, que se marcha hacia zonas de la geografía española en busca de trabajo, principalmente al Levante, además de que la gente mayor necesita con más asiduidad del servicio sanitario, y que con el nulo servicio de transporte que existe, debe marchar a vivir a otro lugar, así que la pedanía está condenada irremediablemente a perderse en el olvido o a que se convierta en lugar de descanso para la gente que, al contrario de los habitantes de allí, busca una manera de desconectar del estrés de la civilización moderna, y de vivir aislado de todo.
Los datos que se hacen constar aquí, son referencias extraídas de los archivos municipales, ya que entre los diferentes Cabildos del ayuntamiento, se encuentran algunos que tratan de la pedanía en cuestión, por eso puede ser que parezca que hay desconexión entre unos cabildos y otros, pero nadie se ha molestado en intentar escribir la
historia aislada de esta villa de Carramaiza, así que hay que ir tomando las pocas referencias que se encuentran mezcladas con la historia general del municipio de Zújar, e intentar conectarlas entre si.
Todo el mérito de que yo ahora haya podido disponer de estos datos es del profesor de historia Manuel Arredondo, natural de Zújar y gran apasionado de la Historia, que ha dedicado gran tiempo y esfuerzo a estudiar los archivos del Ayuntamiento, y que a pesar de no haber visitado nunca la pedanía ha tenido la gran profesionalidad de tomar los datos referentes a ella dentro del ámbito general del municipio. Gracias por el esfuerzo. Un hijo de Carramaiza, José Miguel Romacho Molina.