Soy
torreña, y la verdad es que estoy cada vez más orgullosa de serlo. Desde nuestro autogobierno con GRITO, este
pueblo ha tomado conciencia de tal y eso no tiene precio. Aquí todo el mundo es bienvenido, el
verano es maravilloso, pero con el tiempo conseguiremos que el
invierno se nos llene de gente deseosa de tranquilidad. Nuestras puestas de sol son las más increibles del mundo, nunca hay una igual a otra. Nuestro próximo reto es conseguir que la gente
joven no tenga que salir de aquí para divertirse.
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