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CASTRIL: Saramago: "Cuando muera, mi último libro, que sea de...

Saramago: "Cuando muera, mi último libro, que sea de los lectores"

No sabemos si con el último suspiro de vida, José Saramago repasó todos los grandes momentos de su historia personal. Y vio, como en las películas, esas instantáneas repletas de personas, lugares y cariño. Páginas y páginas en las que, con no poco orgullo, Granada tuvo su pequeño hueco para el escritor portugués. Su amor por Pilar del Río, de Castril, le unió profundamente con la ciudad.

Con la pena en el alma, desde Granada queremos recordar las tiernas palabras de José Saramago, un 9 de abril de 1999, cuando visitó la ciudad...

«Cuando no pertenezca al mundo de los vivos me gustaría que se editara un último volumen en el que se recojan todas las cartas de los lectores y de los amigos. Creo que sería un magnífico complemento para saber lo que se piensa sobre la calidad literaria de mi obra».
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Saramago explicó que estuvo en Orce y Venta Micena en el año 1985, y de aquel viaje surgió la obra LA BALSA DE PIEDRA. Un año después conoció a PILAR DEL RIO, lo que el escritor interpreta como «si poquito a poco algo estuviera empujándome a algunas cosas esenciales en mi vida, como mi mujer, su familia granadina, CASTRIL DE LA PEÑA... Parece como si una parte de mi destino estuviera enlazado con esta provincia, para en el tramo final de mi vida me pudiera llegar la felicidad, aunque yo prefiero llamar la armonía».

«Yo llegué tarde a Granada»...

«Granada y la provincia me ha dado todo lo que tengo mejor. No lo cambiaría por nada, ha sido una casualidad pero ha sido en Granada donde abordé y encontré, en La balsa de piedra, a una marinera con la que viajé hacia el sur. Estamos necesitados de que el mundo sea uno, y todo lo que lo fragmente es un atentado a la dignidad humana».

José Saramago recordó con emoción como no sólo Granada, sino toda España, recibió con alegría su Premio Nobel de Literatura, lo que confirma los buenos amigos que tiene en este país. Tras unas palabras dedicadas a su familia granadina, y un nuevo reconocimiento de su amor por Pilar, Saramago concluyó su intervención.

No cabe duda de que es una figura singular que ayer selló para siempre su compromiso con Granada. Un pacto que comenzó en el 85, cuando el autor de La balsa de piedra visitó Orce, un año antes de acabar enamorándose perdidamente de la granadina que ha llenado su vida.