Saramago, en varias entrevistas televisivas y en sus escritos, nos ha repetido que lo más importante de una persona es ser buenos; él se consideraba bueno y, por lo poco que lo he conocido personalmente, creo que así era. Castrileños, esto es lo más importante que nos ha podido dejar este personaje conocido en casi todo el mundo y que nosotros hemos tenido la suerte de que sea hijo adoptivo de nuestro querido pueblo CASTRIL DE LA PEÑA. Seamos los Castrileños buenas personas y todo nos irá mucho mejor. Saramago no era creyente y, sin embargo, nos da el mismo mensaje que JESÚS: ser buenos. Un saludo para todos los Castriloeños y quedemosnos todos con esta frase: SER BUENAS PERSONAS