Hay que ver como se deterioran las
casas cuando sus dueños desaparecen. Me parece ver a Fernando sentado en el tranco haciendo pleita y a Herminia con la escoba barriendo la
calle, hay que ver que limpia era aquella mujer y anda que me no me dió cachos de
pan y chocolate cuando era pequeño.
Va quedando poca gente como aquella y la verdad es que se les añora, la gente de ahora somos de otra manera.