Parece ser que el origen del nombre de
Chauchina hay que encontrarlo en el término latino sancius que significa sauce, probablemente por la numerosa presencia de esta especie arbórea en toda la zona. No obstante, restos hallados 1987 en el extremo sur del municipio demuestran que en este lugar hubo asentamiento humano desde al menos la segunda mitad del siglo V antes de
Cristo, etapa de la cultura ibera. Los
romanos se asentaron a finales del siglo III antes de Cristo y se han encontrado vestigios de ello en el
Molino del Rey y en el Soto de Roma. Entre los años 711 y 713 llegaron los musulmanes y desecaron gran parte de la zona húmeda en las proximidades del
río Genil. Chauchina pudo convertirse en una de las muchas alquerías de la Vega de
Granada, con entre 500 y 1.000 habitantes. Durante la guerra entre los Reyes Católicos y Boabdil, el territorio, probablemente por miedo, quedó casi deshabitado; lo mismo que tras la expulsión de los moriscos y a pesar de la llegada de nuevos colonos. Durante el siglo XVIII aumentó la población gracias al cultivo de lino y cáñamo. Y tras la guerra de la Independencia, toda la zona se incorporó a la jurisdicción del duque de Wellington. Mediado el siglo XIX se empezó a construir el centro del actual núcleo urbano, que creció rápidamente gracias, sobre todo, al cultivo de la remolacha azucarera, ahora sustituido por tabaco y espárragos especialmente.