XXII. CHAUCHINA
1-HISTORIA DE CHAUCHINA
Es una villa situada en la Comarca de la Vega de Granada y cuya localidad es atravesada por el río Genil y se encuentra a 17 km de Granada capital.
Los primeros restos arqueológicos encontrados corresponde al periodo Neolítico Medio en el yacimiento denominado “las catorce fanegas” relacionada con la Cultura de las Cuevas. Entre los testimonios encontrados están una vasija de panza globular y un fragmento de un brazalete de caliza de color gris oscuro.
Debido a las condiciones climatológicas y de recursos de la zona es presumible que hubo una continuidad histórica de poblamiento en esta zona y en la época temprana histórica aparecieron restos de materiales como una moneda ibera de Cástulo y un semis encontrado en la zona de la Caserío de San Francisco.
Con la entrada de los ejércitos romanos en la Península Ibérica que se produjo a finales del siglo III a. C. tuvo lugar cerca de allí los hechos históricos de la Guerra Púnica.
Tras su victoria, Roma incorpora el territorio de la Vega de Granada a Iliberis y en lo económico a la red comercial romana. Fruto de esta etapa son el testimonio de una villa romana encontrada en el territorio.
Con la llegada de las tropas musulmanas en el 711 d. C., toda la Vega de Granada desarrolla un protagonismo muy importante y Chauchina se transforma en una alquería o poblamiento musulmán donde residían entre 500 y 1000 habitantes y tras la desecación de parte de este territorio fue usado para la explotación agrícola. De esta prospera etapa se conserva en Romilla una atalaya o torre defensiva que conecta con otras torres y torreones de la a época nazarita.
. El historiador Miguel A Ladero en un ensayo: “Castilla y la conquista del reino de Granada” describe las incursiones cristianas en el territorio de la Vega desde 1482, hecho que originó un empobrecimiento de la zona por la inseguridad de este lugar al ser abandonada por los agricultores que huían a la ciudad de Granada.
Terminada la Guerra de Granada, Chauchina figuraba como delimitación del territorio de Granada realizado en 1492 y era considerada como una alquería arrasada por la guerra y aunque en el Repartimiento de Santa Fe los moriscos conservaban sus tierras, también en este territorio hubo una acumulación de tierras para los nuevos colonos. Uno de los cambios más significativos fue la gran cantidad de terrenos pertenecientes al Soto de Roma que fueron asignados a pertenecer a la Familia Real española.
Tras la Reconquista cristiana se modificó el sistema agrícola nazarí y hubo un cambio de cultivos en el regadío y en otros cultivos.
En la obra: “Anales de Granada” (siglo XVII) del cronista Henríquez de Jorguera decía: “Hay en Santa Fe muy buenos mayorazgos, pequeños y grandes cortijos que gozan de lo mejor de La Vega como son: Chauchina, El Chaos, El Tocón, La Lanchar, el Tocon, el Marqués de Santa Catalina y la Torre de Roma y otro más pequeños, donde se recoge muchísimo pan”.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaen, Córdoba y Granada.
Terminada la Guerra de la Independencia una gran parte del territorio Chauchina se incorpora según Decreto del 22 de julio de 1813 a la jurisdicción del Duque de Wellington y sus sucesores. Posteriormente la Desamortización de Mendizábal de mediados del siglo XIX del gobierno provocaría la venta de parte de estos terrenos.
Pero esta medida no afecto a los arrendatarios de estas tierras sino a la nueva clase burguesa que compro grandes lotes de propiedad, tal es el caso del lugar llamado Romilla cuyas tierras pasaron a la propiedad de los Condes de Casa de Valencia.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Chauchina, dentro de la provincia de Granada.
A mediados del siglo XIX en el Diccionario Geográfico de España de Pascual Madoz Chauchina tenía 360 casas, casi todas de tierra a excepción de las modernas construidas en ladrillo. Sus calles no estaban urbanizadas y eran intransitables en tiempos de lluvia. Poseía una plaza llamada “del Mercado “muy espaciosa; la casa consistorial y cárcel y una escuela de primera enseñanza, dotada de un real diario.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Chauchina es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernandos; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.
1-HISTORIA DE CHAUCHINA
Es una villa situada en la Comarca de la Vega de Granada y cuya localidad es atravesada por el río Genil y se encuentra a 17 km de Granada capital.
Los primeros restos arqueológicos encontrados corresponde al periodo Neolítico Medio en el yacimiento denominado “las catorce fanegas” relacionada con la Cultura de las Cuevas. Entre los testimonios encontrados están una vasija de panza globular y un fragmento de un brazalete de caliza de color gris oscuro.
Debido a las condiciones climatológicas y de recursos de la zona es presumible que hubo una continuidad histórica de poblamiento en esta zona y en la época temprana histórica aparecieron restos de materiales como una moneda ibera de Cástulo y un semis encontrado en la zona de la Caserío de San Francisco.
Con la entrada de los ejércitos romanos en la Península Ibérica que se produjo a finales del siglo III a. C. tuvo lugar cerca de allí los hechos históricos de la Guerra Púnica.
Tras su victoria, Roma incorpora el territorio de la Vega de Granada a Iliberis y en lo económico a la red comercial romana. Fruto de esta etapa son el testimonio de una villa romana encontrada en el territorio.
Con la llegada de las tropas musulmanas en el 711 d. C., toda la Vega de Granada desarrolla un protagonismo muy importante y Chauchina se transforma en una alquería o poblamiento musulmán donde residían entre 500 y 1000 habitantes y tras la desecación de parte de este territorio fue usado para la explotación agrícola. De esta prospera etapa se conserva en Romilla una atalaya o torre defensiva que conecta con otras torres y torreones de la a época nazarita.
. El historiador Miguel A Ladero en un ensayo: “Castilla y la conquista del reino de Granada” describe las incursiones cristianas en el territorio de la Vega desde 1482, hecho que originó un empobrecimiento de la zona por la inseguridad de este lugar al ser abandonada por los agricultores que huían a la ciudad de Granada.
Terminada la Guerra de Granada, Chauchina figuraba como delimitación del territorio de Granada realizado en 1492 y era considerada como una alquería arrasada por la guerra y aunque en el Repartimiento de Santa Fe los moriscos conservaban sus tierras, también en este territorio hubo una acumulación de tierras para los nuevos colonos. Uno de los cambios más significativos fue la gran cantidad de terrenos pertenecientes al Soto de Roma que fueron asignados a pertenecer a la Familia Real española.
Tras la Reconquista cristiana se modificó el sistema agrícola nazarí y hubo un cambio de cultivos en el regadío y en otros cultivos.
En la obra: “Anales de Granada” (siglo XVII) del cronista Henríquez de Jorguera decía: “Hay en Santa Fe muy buenos mayorazgos, pequeños y grandes cortijos que gozan de lo mejor de La Vega como son: Chauchina, El Chaos, El Tocón, La Lanchar, el Tocon, el Marqués de Santa Catalina y la Torre de Roma y otro más pequeños, donde se recoge muchísimo pan”.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaen, Córdoba y Granada.
Terminada la Guerra de la Independencia una gran parte del territorio Chauchina se incorpora según Decreto del 22 de julio de 1813 a la jurisdicción del Duque de Wellington y sus sucesores. Posteriormente la Desamortización de Mendizábal de mediados del siglo XIX del gobierno provocaría la venta de parte de estos terrenos.
Pero esta medida no afecto a los arrendatarios de estas tierras sino a la nueva clase burguesa que compro grandes lotes de propiedad, tal es el caso del lugar llamado Romilla cuyas tierras pasaron a la propiedad de los Condes de Casa de Valencia.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Chauchina, dentro de la provincia de Granada.
A mediados del siglo XIX en el Diccionario Geográfico de España de Pascual Madoz Chauchina tenía 360 casas, casi todas de tierra a excepción de las modernas construidas en ladrillo. Sus calles no estaban urbanizadas y eran intransitables en tiempos de lluvia. Poseía una plaza llamada “del Mercado “muy espaciosa; la casa consistorial y cárcel y una escuela de primera enseñanza, dotada de un real diario.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Chauchina es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernandos; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.