“AY” FEDERICO GARCIA LORCA
Unas balas asesinas
fueron sembrando la muerte,
no existen manos divinas
que puedan hablar de suerte.
Entre suspiros de llanto
los olivares temblaban,
era grande el desencanto
cuando en Granada lloraban. ... (ver texto completo)
Unas balas asesinas
fueron sembrando la muerte,
no existen manos divinas
que puedan hablar de suerte.
Entre suspiros de llanto
los olivares temblaban,
era grande el desencanto
cuando en Granada lloraban. ... (ver texto completo)