Desde mi atalaya sin nombre.
Alla, en la distante lejanía
Puedo ver la Contraviesa
Suspirando de alegria.
Cojayar ya engalana sus
casas y
Cambia llantos por sonrrisas.
Sus gentes dormidas despiertan
Gritan: adelante pero sin prisas.
Se acerca galopando la batalla.
La victoria es dura y reñida.
La verdad desnuda se impone
Sobre la mugrienta mentira.
Aqui dejo unos pequeños versos improvisados a la carrera para los del frente de batalla, yo aun me hallo en la retaguardia pero animando.
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