Yo no te rezo Viergen del Rosario, es cierto; yo prefiero hablarte y dialogando te pido que ayudes a tus cojayeros y adoptados para que tu pueblo salga del abismo y dela marginacion en que anda metido y, a Ti y a S. Antonio os arreglen la casa en la que tantos años habeis vivido y ahora se encuentra en ruinas. ¿Recuerdas los años con las calles repletas de gente en tu procesion?, aquellas fiestas de moros y cristianos, aquellas veladas tomando una copa con la gente que hacia tiempo no se veian, aquellos dias de paz y armonia sin rencillas ni rencores. Eso es lo que yo te pido desde la lejania.