Era todo un acontecimiento, despues de casi un año, mimandolo y cebandole, al pobre marrano le llegaba, su SANMARTIN. la de ahora esto no lo ha vivido, pero los niños de entonces, cuando escuchabámos chillar a un marrano, íbamos corriendo y ayudábamos a sujetarlo, para después reclamar la vegiga, que inflávamos y ya teniamos una pelota para jugar hasta que se rompia, ya que no duraba mucho, pero era una diversión para nosotros. Durante la matanza, familia y vecinos colaboraban en las faenas, desde limpiar tripas, picar carne aliños, y para mi una faena que siempre me hacía llorar que era picar las cebollas para la morcilla, pero la noche que se cocia la morcilla era una fiesta, la casa se llenaba de gente, esperando esas morcillas que salian reventadas por la tripa, era todo un manjar, pan y morcilla para cenar. Y al dia siguiente para quien no sepa que es una CHICHARRA cuando estaba el marrano colgado en la cámara, para secarse, iba a escondidas con la navaja y le cortaba un trozo de carne que después hacía en la lumbre, de lo mejor del marrano. En fin gracias a la matanza había recursos para pasar el invierno y algo para llevarse al cortijo para la campaña de la aceituna que esta a punto de empezar. SALUDOS A TODOS CATALÁN