Pronto va a hacer un año que perdi a mi mejor aliado, es triste tener que perder algo, para reconocer el valor que tenía. Mi padre me enseñó muchas cosas, casi todo lo que se, me enseñó a trabajar el campo, a valorar la naturaleza y querer a los animales, pero nunca me enseñó a vivir sin el, hecho de menos sus consejos, y su manera de ver las cosas, muy diferente a la mia y aunque me fastidiaba tenía que darle la razón. Aunque sea la ley de la vida, a veces me rebelo y me cuesta aceptar que ya no esté, pero como he leido en varios epitafios, las personas solo mueren cuando las olvidas, mientras las recuerdes, seguiran vivas siempre, por eso yo lo tengo siempre presente. Un saludo CATALÁN.