Ayer dando un paseo, vi a unos chaveas, cogiendo hojas de moral, y enseguida me vino el recuerdo, de cuando niño teniamos gusanos de seda. Recuerdo que al lado del cuartel, frente a la casa de Varela, había dos morales grandes de moras negras, los niños subíamos a comerlas y nos poniamos la cara y las manos negras, pero que buenas que estaban- También recuerdo, que el moral más grande que yo he visto en mi vida, estaba en el lavadero de las fuentes. El tronco no se podía abarcar con dos personas, y era imposible subir por el, asi que la única forma de subir era por el tejado del lavadero y cuando estabámos arriba, las mujeres nos pedían zalear las ramas para que calleran y cogerlas del suelo, las lavaban en la fuente y a comer, eran de color blanco y muy grandes, riquisimas. Los caramelos de entonces. SALUDOS CATALÁN.