Realmente Conchar es digno de ser visitado. Desde que se deja la autovía hasta que se divisa el pueblo, el contraste del paisaje no puede ser más bonito. De repente, en medio de la nada, surge un valle, en el que aparece colgado el típico pueblo morisco, blanco inmaculado de angostas y recovecas calles.
Merece la pena andar por el pueblo y visitar el Bar de Rosa y La Huertecilla; en pocos bares la amabilidad y cariño de sus propietarios superan la gran calidad de sus viandas, como es el caso.
Pueblo...