Este cortijo fue de mi bisabuelo Antonio Suárez que, tras su muerte lo dividió entre sus siete hijos. Mi abuela Antonia Suárez lo preservó y lo dejó en herencia a sus dos hijos supervivientes, mi madre, Pepa y mi tío Antonio, ya que el otro hermano, mi tocayo Manuel murió en la guerra (in) civil por la zona de Pozoblanco.
Este cortijo junto con el Cortijo Nuevo, Las
Cuevas del Negro (
finca), el Cortijo de la Cuesta, Las Juntas y otras zonas de las vegas del
río Guardal y de Castril, pertenecían
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