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CUEVAS DE PUENTE ABAJO: Los dos enormes pinos que tapan estas cuevas, la de...

Los dos enormes pinos que tapan estas cuevas, la de mi pariente Fernando Pozo y Matilde Sánchez, han sido plantados por ellos mismos. Allí voy muchas veces a su cueva y lo pasamos muy bien. La gente urbanita no sabe lo estupendas que son las cuevas --viviendas troglodíticas--, para vivir en ellas. Antes tenían muchos inconvenientes, pero ahora tienen luz, agua potable y todas las comodidades que da la vida actual; pero hay algo que no tienen las viviendas urbanas: la temperatura que se mantiene casi todo el año oscilando entre los 18 y los 22 grados, invierno y verano. Y la verdad que, tanto los inviernos como los veranos son extremados. Se pueden alcanzar temperaturas que oscilan entre los 40 y los menos 18 grados; y sin embargo, dentro de la cueva la temperatura y humedad se suele mantener invariable todo el año, y ello sin aire acondicionado y sin más calefacción en invierno que un buen fuego de leña de olivo ode almendro. ¡Y lo excelente que resulta una buena chuleta de cordero segureño o choto del lugar a las ascuas! Y un buen tinto que se ha conservado todo el año en una temperatura inalterable y sin necesidad de frigorífico. La verdad, que ya me gustaría disponer de esta vivienda siempre; por ello, siempre que puedo me paso allí unos días de asueto y de relax. Una delicia inestimable y ecológica. Manuel Arredondo Valenzuela, maestro emérito.