El asentamiento actual de la villa de
Cuevas de San Marcos se remonta al enclave de la "
Cueva Belda", posiblemente en el Calcolítico. A esta afirmación contribuyen, también, los restos de la cultura Dolménica que existen en sus alrededores: un
Menhir en la zona denominada "Las
Cruces" y que es conocido en la población con el nombre de "El Niño
Piedra", desgraciadamente destruido recientemente.
En la llamada Cueva de Belda, han aparecido restos importantes del Cuaternario, hachas de sílex, puntas de lanzas y otros utensilios de piedra de tosca fabricación, también se han encontrado restos humanos fosilizados en el interior, así como de la cultura dolménica, microlitos, idolillos, hachas de la Edad del Bronce y
escaleras excavadas en la piedra, incluso existe un menhir en el lugar conocido por Las Cruces, al que se le da el nombre de Niño de Piedra.
Como población existía antes de la época
romana pues Ptolomeo, en su Geografía, habla del poblado de Belda en el año 298 a. de J. C. Durante la dominación, Belda fue de las ciudades más ricas de la Bética. Se ha hallado un féretro de bronce, ánforas y monedas del Bajo Imperio
Romano.
En la cumbre del Cerro del Camorro hay huellas de la población musulmana, siglos XIII y XIV, pavimentos de habitaciones, trozos de muros estucados, restos de
cerámica del tipo de cuerda seca, y parte de los cimientos del
castillo.
Debido a las correrías que las tropas de Juan II realizaban por estos lugares sus habitantes huyeron a Archidona, por lo que la toma de las poblaciones resultó fácil. Cuando los árabes atacaron Cañete, el alcalde de Cuevas Altas, acudió en su ayuda con toda la guarnición, momento que aprovecharon los musulmanes para arrasar el poblado con su castillo, que fue ocupado y reconstruido por sus antiguos moradores hasta que de nuevo en 1424 el alcalde de Antequera, lo volvió a arrasar. Juan II hizo donación de la llamada Dehesa de Belda, dividida en cuatro cortijos Pilar, Frailes, La Mereda y Cedrón, a la ciudad de Antequera, dando origen la agrupación de los dos primeros a Cuevas Altas y la de los otros a Cuevas Bajas.
En 1801, los vecinos de Cuevas Altas solicitan del rey Carlos IV la independencia del municipio de Antequera, que consiguen tras un pleito de seis años, concediéndosele el título de Villazgo.
En los documentos de toma de posesión de las autoridades nombradas, se habla indistintamente de Cuevas Altas, Cuevas de San Marcos y Villa Nueva de San Marcos.
CUEVAS DE SAN MARCOS, (vulgarmente CUEVAS ALTAS): v. con ayunt. en la prov. y dióc. de
Málaga (12 leg.), part. jud. de Archidona (3), aud. terr. y c. g. de
Granada (13): SIT. en una pendiente suave al pie de una alta
sierra, tajada perpendicularmente; el CLIMA es templado; los vientos que reinan con más frecuencia los del E., N. y O., y las enfermedades más comunes intermitentes y pleuresías. Tiene 820
CASAS de buena construcción y distribución interior; una
escuela de primeras letras para niños, y otra para niñas, concurrida la primera por 40 alumnos y la segunda por otras tantas discípulas, si bien ni una ni otra tiene más dotación que las asignaciones de los concurrentes; una igl. parr. (San Marcos), servida por un cura párroco y 2 tenientes; un
cementerio en parage ventilado, y 5
fuentes dentro de la pobl. y muchos manantiales en el término, de dulces y esquisitas
aguas. Confina N. Lucena y Rute, E. Iznajar, S. Archidona, y O. Cuevas-bajas. En su jurisd. se encuentran los cas. llamados de Madroñales, Cerro-Cornejo, el Pilar, Isla del Quejigar, Isla del Sillero,
Huertas de Derramaderos,
Fuente del Quejigo y Huertas del Torviscal y
Pilas; pero lo más digno de atención es la gran cueva que hay en la sierra, de 250 varas de long., en cuyo interior se observan muchas petrificaciones cónicas, causadas por la destilación de las aguas, y un
lago como de 30 varas de extensión, insondable hasta el dia, el cual se cree sea el hidrofilacio de donde toman las aguas los manantiales que hay diseminados por todo el término. A la der. de dicha cueva se encuentra inmediatamente otra de 50 varas de largo, llamada de la Murcielaguina, por los nuevos animales de esta especie que en ella anidan, los cuales producen anualmente algunas cargas de estiércol que los hortelanos sacan para abonar las tierras. El TERRENO es desigual, siendo mayor la parte de calidad inferior que la superior: al S. de la v. se halla la sierra, a cuyo pie está aquella sit.; a su espalda la loma y sierra del Cambrón; al O. á la dist. de cerca de 1 leg., Montenegro, y al E. Sierrezuela, haciendo muleta con la primera; todas estas sierras están desp. a excepción de esta última, a cuya espalda hay algunos
olivos. El r. Genil fertiliza su terr. corriendo tortuosamente en dirección de E. a O. Los
CAMINOS son de servidumbre para las haciendas y
pueblos inmediatos; y la CORRESPONDENCIA se recibe de Benameji. PRO.: trigo, cebada, habas,
aceitunas, uvas, melones,
sandias, algún lino,
frutas de varias especies, legumbres y
hortalizas;
ganado caballar, mular, asnal y de cerda;
caza de liebres, conejos y perdices, y
pesca de anguilas y otros peces menores, IND.: la agrícola, 14
molinos de aceite con 15 vigas y una prensa hidráulica, 6 molinos harineros con 9
piedras y varias alfarerías
COMERCIO: exportación de aceite, aguardiente, vinagre y uva, e importación de vino y demás art. de que carecen, POBL.: 945 vec, 3,711 almas, CAP. PROD.: 12.872,786 rs IMP.: 417,248; productos que se consideran como cap. imp. a la ind. y comercio 176,313 rs. CONTR.: 90,341 rs. 22 mrs. El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende a 14,515 rs., y se cubre por reparto entre los vec.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.