EN CUEVAS DEL CAMPO: En un banco deL PASEO, bajo la sombra protectora de la MORERA, con la mente vacía de pensamientos ociosos, observo el pasar de los cueveños, con esa chispa que caracteriza su andar desenvuelto y pueblerino, al mismo tiempo. Su movimiento discreto de cabeza y su anda con Dios seguro. Pasan, porqué vuelven de sus campos, para descansar en subterráneas casas. Anónimo. (amigo invsible).