LA MUCHACHA DE MIRADA DULCE Era una tarde bella de agosto se encotraba junto al Negratín. La muchacha de mirada DULCE...Ella, que día a día y hora tras hora. Con su mirada perdida en el agua. Le dije ¿Qué mirás, dulce muchacha? ¿Porque miras y suspiras a la vez? Tan solo busco, lo que se ha llevado el azar...No llores, muchacha de mirada dulce.-Ya no llores, ni sufras más... Hoy estas ante lo más hermoso, que un ser pueda contemplar. Estas sentada frente al hermoso pantano, aquí poco a poco puedes sonreir más y más...Levanta tu mirada al cielo , Y verás descender a sus aguas la belleza, que nadie pudo imaginar. A.