Historia:
Darro ha estado habitado desde el Paleolítico Inferior, Edad del Bronce y el Neolítico, como lo demuestran los numerosos yacimientos arqueológicos descubiertos en su término municipal, todos ellos de gran riqueza e importancia. Su nombre es homónimo del río bautizado por los árabes como Harat Darro o Hadarro, cuyo cauce, sin embargo, discurre bastante lejos de estas tierras. Después de la conquista cristiana pasó por los mismos avatares que toda la comarca. Un gran benefactor del pueblo fue el marqués de Ariza, en el siglo XVIII, que donó entre otras cosas, los terrenos sobre los que se construyó la iglesia.