Hacía tiempo que no se lamentaba una muerte relacionada con las
casas cuevas en la provincia. Es cierto que su
arquitectura aún da buenos sustos a sus habitantes y quebraderos de cabeza a las autoridades que se debaten entre la apuesta por estas construcciones para el turismo, pero que cada cierto tiempo causan graves problemas al derrumbarse por filtraciones de
agua, o debido a que sus techos,
calles por las que circulan peatones y vehículos, deben cubrirse de hormigón y asfalto: demasiado peso
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