En un autobus de cercanías, en el que todos van de pie, llega un manco, el cual se agarra con el único brazo que tiene a la barra. A todo esto un tio se pega un pedo impresionante. Todo el mundo muerto de asco de peste tan inmunda se tapa la nariz, mientras el manco se enfada y dice:- ¿Qué, todo para mi, no?